Durante el embarazo, la mujer experimenta una serie de cambios a nivel físico que en muchos casos las hacen sentir limitadas. Estos cambios de son significativos en la zona de la pelvis, lumbar y abdominal. A demás de la revolución hormonal que el embarazo supone, el centro del cuerpo va modificando su aspecto para preparar la expulsión del bebé… y ello tiene consecuencias.
Dentro de los cambios biomecánicos, el más destacado es el producido por el desplazamiento del centro de gravedad hacia delante por lo cual y por tal de compensar este cambio morfológico, hay músculos que se acortan (los de la columna lumbar, protagonistas de muchas molestias cuando están en baja forma) y otros que se debilitan (abdominales).
Por otro lado, el aumento de los senos también tiene consecuencias sobre la zona dorsal, la conocida “chepa”. El músculo pectoral se acorta y tensa y el dorsal se debilita por la misma razón que en la zona lumbar.
En definitiva, la columna vertebral sufre de más estrés a medida que el bebé va ganando peso.
Los ejercicios del método pilates pueden ayudar mucho a la futura mamá trabajando por una musculatura postural tonificada, aliviando algunos de los síntomas más frecuentes y enseñando a tomar conciencia de los cambios corporales . Conocer y escuchar las señales del cuerpo es muy interesante en esta etapa única!
La intensidad de los ejercicios de pilates se van adaptando a la etapa de gestación y al nivel de la alumna, ya que cada futura mamá, al igual que cada persona que se inicia en el método pilates, tiene sus propias necesidades. Entre otros beneficios que el método ofrece, y la experiencia me ayuda a confirmar destaco los siguientes:
- Se fortalece la pared abdominal y de los músculos del suelo pélvico, y ello favorece la expulsión del bebé a demás de ayudar a una mejor y más rápida recuperación post-parto.Disminuye la curva lumbar por el trabajo de equilibrio muscular en la zona.
- Las “practicantes” tonifican la zona de los brazos y espalda, necesarios para levantar un “peso” de 4 ó 5 kg de cualquier manera (mientras se le alimenta, se cambia, se baña…).
- Aprenden a respirar de manera consciente, lo que ayuda a relajarse en el momento del parto.
La práctica del método pilates se ha de ejecutar siempre con la autorización del ginecólogo y la supervisión de un/a profesional, ya que igual que son innumerables sus beneficios, una mala praxis puede tener consecuencias no deseadas.