El mal endémico: el dolor de espalda
El dolor de espalda o lumbalgia afecta a un 75% de las personas adultas a lo largo de su vida y motiva, en los países desarrollados, el 16% de las bajas laborales.
El ritmo de la vida actual, la falta de ejercicio físico o su práctica incorrecta, las malas posturas, el deterioro de la musculatura postural han hecho de la lumbalgia la segunda causa de dolor más frecuente entre los adultos, tras la cefalea.
Nuestra columna vertebral sufre cuando:
- Adoptamos malas posturas que aumentan o deformen las curvas fisiológicas.
- Realizamos movimientos bruscos o mantenemos posturas muy forzadas por el trabajo.
- Trasladamos cargas de manera incorrecta.
- Hay un desequilibrio muscular.
La contractura muscular aparece como mecanismo de defensa ante un importante desequilibrio muscular. Si la zona abdominal está débil, el centro de gravedad del cuerpo se desplaza hacia delante (como ocurre con las embarazadas al ir aumentando el estado de gestación) y eso provoca que la musculatura lumbar trate de «frenar» ese desplazamiento tensando los músculos. Esta tensión va en aumento, y al exigir a esos músculos lumbares un trabajo superior al que pueden hacer, aparece la contractura, el dolor, y con él el cuerpo trata de protegerse buscando posturas alteradas y más perjudiciales… ¡aumentando la contractura! Una contractura en la zona lumbar se traduce en molestias a lo largo de toda la columna, ya que los músculos tratan de compensar la falta de tono de algunas zonas, tensando otras… ¡y aparecen las molestas contracturas cervicales!
El método Pilates trabaja de forma equilibrada la musculatura profunda del cuerpo. Se centra en el fortalecimiento de los músculos de la columna vertebral, los que van de vértebra a vértebra (¡imagina lo pequeños que son!), y el CORE o abdominales profundos. Ambos grupos musculares son los responsables de mantenernos en una postura correcta respetando las curvas fisiológicas de la espalda. Empezando a colocar bien la pelvis (en posición neutra) toda la musculatura que sube hacia los hombros lo hará de manera equilibrada, cada músculo hará su trabajo y ello evita que otros vayan trabajando más de la cuenta. El método Pilates además mejora la movilidad y flexibilidad de la columna vertebral, fundamental para mitigar el dolor de espalda y el malestar general.